Hablar de lo importante que es el trabajo educativo de calidad en la primera infancia, es decir, entre los 84 días hasta los 6 años, implica reconocer un deber social que abre una ventana de posibilidades en el desarrollo de todo niño o niña.
La Unesco reconoce que los pequeñitos están más capacitados para alcanzar su pleno potencial como adultos si tienen una enseñanza sana y segura, las neurociencias también, y por ello solicita a los gobiernos invertir más en ellos.
Pero más allá de las consideraciones de carácter estratégico, quienes ponen en práctica toda su vocación de servicio para hacer realidad, en toda sala cuna y jardín infantil del país, la calidad de las experiencias interpersonales son los técnicos de nivel superior en Educación Parvularia.