La educación emocional es el proceso donde los alumnos adquieren y aplican efectivamente conocimientos para entender y manejar su autocontrol, conciencia de sí mismo, conciencia social, habilidades relacionales y toma de decisiones.
Esto tiene mucha relación con la inteligencia emocional, que nos permite tomar conciencia de nuestras emociones y tener la capacidad de regularlas. Esta debería considerarse una competencia básica tanto para la vida como para la educación, ya que al lograr autorregulación se pueden enfrentar de mejor manera los desafíos.
La educación emocional es una respuesta a las necesidades que los alumnos presentan en su proceso de aprendizaje, donde la figura de los profesores es fundamental.
Las actitudes emocionales de un alumno influyen directamente en el éxito en su rendimiento académico. Es por eso que se deben conocer las habilidades emocionales de cada estudiante para potenciar los recursos que lo llevarán a concretar sus logros.
Educar las emociones tiene relación con primero poder identificarlas, empatizar con los otros, conocer cómo expresarlas de manera adecuada hacia los demás y con eso elaborar estrategias para resolver posibles problemas que se presenten.
El promover las competencias emocionales permite a los alumnos mejorar su bienestar general, incluyendo también el aspecto profesional.
Se ha determinado que emociones positivas como la alegría están relacionadas con una mejora en el aprendizaje. Es por esto que si el entorno del estudio es positivo, el cerebro recibirá adecuadamente los estímulos, permitiendo que los conocimientos se adquieran con mayor facilidad y se recuerden en el tiempo.
Además de esto, existen múltiples beneficios de la educación emocional en los alumnos, ya que como hemos visto fomenta un desarrollo integral tanto personal como académico. Entre ellos podemos encontrar:
Una de las propuestas más relevantes para educar las emociones de los estudiantes, es generar estrategias basadas en la implementación del Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), que considera la existencia de más de una forma de aprender.
Por ejemplo, el DUA busca minimizar las barreras en este ámbito al reconocer la variedad de alumnos que existen y su forma de acceder a los conocimientos ya sea en forma, auditiva, visual o kinésica.
De acuerdo con la Coordinadora Disciplinar de la Carrera de Desarrollo Social y Educación del Instituto Profesional IACC, Evelyn Carreño, el DUA es aplicable a todas las áreas curriculares y con ello, alcanzar a toda la comunidad estudiantil.
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