La Tercera compartió hoy un artículo que detalla el avance del modelo ChatGPT-o1, un chatbot que aparentemente tiene la capacidad de «pensar» o «razonar» antes de responder. Según las pruebas realizadas, esta inteligencia artificial (IA) puede explicarse a sí misma una serie de pasos de razonamiento mientras intenta resolver un problema y corregirse en el proceso, lo que marca un avance significativo en el campo de la IA.
David Rein, quien formó parte del equipo que desarrolló estas pruebas, destacó que «esto representa una mejora significativa y fundamental en las capacidades de razonamiento centrales del modelo». Sin embargo, ¿puede realmente la IA razonar como un ser humano?
Hugo Barriga, director de la Escuela de Tecnologías Aplicadas de IACC, compartió su visión sobre este controversial tema. Para Barriga, aunque estos avances son sorprendentes, la IA aún está lejos de poseer un razonamiento auténtico. «Estos modelos pueden realizar correcciones en tiempo real y desarrollar soluciones complejas, pero no debemos confundir este proceso con el razonamiento humano», aseguró.
Barriga explicó que la IA generativa sigue dependiendo de patrones preexistentes y datos pasados. «La inteligencia artificial no puede razonar de la misma forma que lo haría una persona porque, en su esencia, responde a lo que ya conoce. Su capacidad de aprendizaje está basada en información acumulada previamente, lo que significa que sus respuestas no son fruto de una reflexión consciente o de una verdadera capacidad de discernir, sino de una correlación de datos», señaló.
Aunque la IA puede emular ciertos aspectos del razonamiento humano, Barriga recalcó que «el ser humano tiene una capacidad innata para tomar decisiones en contextos ambiguos o donde las reglas no son claras. Somos capaces de adaptarnos, de interpretar matices emocionales o culturales que una máquina simplemente no puede comprender”.
También enfatizó en que la IA aún carece de la capacidad para discernir sin caer en discriminación o sesgos. «Mientras la IA sigue patrones y tendencias aprendidas de grandes bases de datos, el ser humano puede reconocer la diversidad y tomar decisiones sin depender de dichos patrones, lo que es fundamental en muchas áreas de la vida, desde la toma de decisiones empresariales hasta las interacciones cotidianas”, puntualizó.
Si bien la IA ha avanzado en términos de procesamiento de información y capacidad para «corregirse», el razonamiento humano, con su capacidad de adaptación, intuición y empatía, sigue siendo insustituible.
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