El ciberacoso es un problema que muchas veces puede ser grave y que preocupa en especial a padres y madres de adolescentes, quienes se ven enfrentados a un fenómeno que puede impactar emocionalmente a niños y niñas.
Christel Manterola, Coordinadora Académica del área de Educación y Psicopedagogía de la Escuela de Desarrollo Social y Educación de IACC, explica que las víctimas de este tipo de delitos, “pueden experimentar ansiedad, depresión, baja autoestima e incluso pensamientos suicidas como resultado del acoso en línea. Por eso hay que poner mucha atención a las señales que nuestros propios hijos e hijas nos entregan”.
¿Cómo prevenir?
“Mantener una buena comunicación es fundamental, no solo preguntar cómo les fue en el colegio. Se pueden hacer otras preguntas, por ejemplo ¿Cómo te sentiste hoy? ¿Con quién compartiste? ¿Te sientes feliz en el colegio o con tu grupo de amigos? El camino también es la educación, fomentar una cultura tecnológica, no restringir, sino que acompañar y educar en función de las redes sociales, conversando sobre los aspectos con los que deben tener cuidado”, señaló.
Estar al tanto y valorar sus procesos, es otra de las formas de estar presente, “ser parte de su mundo para generar nexos de confianza. Conocer sus intereses y visualizar los posibles factores de riesgo o amenazas con las que se podrían encontrar. Es clave que exista este involucramiento y acompañamiento de la familia”, agregó.
¿Qué hacer si mi hijo o hija es víctima de ciberacoso?
Además de crear un espacio de confianza, Christel Manterola señala que se pueden tomar acciones internas en el colegio o también a nivel judicial, para “evitar que mensajes o rumores difamatorios puedan propagarse. Como muchas veces hay anonimato en este tipo de agresiones, acudir la PDI, Fiscalía o Carabineros es otra de las alternativas para poder identificar, pero sobre todo dar contención emocional de sus cercanos o profesional a nuestro hijo o hija”.
“La educación, es una de las principales herramientas para que ellos y ellas sepan enfrentar este tipo de actitudes. También enseñarles a cuidar su privacidad y que no entreguen información a cualquier persona”, agregó indicando que “también es importante enseñar sobre empatía, respeto a los demás y el respeto por el espacio de cada persona”.
La educación emocional es clave en la enseñanza según la visión de IACC. “Estamos incluyendo una asignatura que va en esta línea y ahí abordaremos el reconocer, gestionar y fomentar el desarrollo de las emociones en sí mismos y en los demás, conociendo teorías y estrategias que promueven la inteligencia emocional, habilidades de comunicación, empatía, resolución de conflictos, contención emocional, entre otros con el objetivo que nuestros estudiantes contribuyan en la construcción de relaciones interpersonales positivas en diversos contextos. Somos responsables como Institución de destacar la importancia de la conciencia emocional, la socialización emocional y la alfabetización emocional”, agregó.
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