El Día Mundial de la Eficiencia Energética se estableció en marzo desde 1998, cuando se realizó la primera conferencia internacional sobre el tema en Austria, y donde los asistentes debatieron sobre crisis de la energía, eficiencia energética y las posibles soluciones.
El objetivo es recordar a la población mundial la importancia de la utilización eficiente de la energía con acciones que van desde grandes inversiones gubernamentales y/o del sector privado, hasta pequeños pasos que podemos incorporar en nuestros hogares para reducir el consumo de energía sin afectar el normal funcionamiento de la vivienda.
Desde IACC, académicos de la Escuela de Procesos Industriales nos entregan algunos consejos para sumarnos a estos esfuerzos.
“Existen distintos y variados aspectos que pueden ser considerados para que nuestros hogares sean energéticamente más eficientes. Uno de estos aspectos es relacionado al consumo de energía que se produce y que no utilizamos, conocido como consumo ‘vampiro’ o ‘fantasma’, este consumo puede ser pequeño e imperceptible, sin embargo, es constante en el tiempo y puede considerar un consumo importante en el largo plazo”, explica Francisco Alvarado, docente de la Escuela Proceso Industriales del Área de energía, calidad y ambiente.
Esto, agregó el académico, porque los aparatos eléctricos no solo consumen energía cuando se utilizan, sino que también cuando se mantienen enchufados a la red eléctrica sin ser utilizados. Estos dispositivos pueden ser notebooks, televisores, consolas de videojuegos, equipos de sonido, cargadores de celular, impresoras, módems, routers inalámbricos, decodificadores, hornos, microondas, computadores de escritorio, entre otros.
A modo de ejemplo, un equipo de sonido puede consumir entre 7 a 14W cuando esta apagado y enchufado, un horno microondas puede consumir hasta 4W cuando se encuentra apagado, un cargador de celular entre 0,1 a 0,5W, y un televisor puede llegar a consumir entre 1,5 a 3W.
Cristopher Navarrete, jefe disciplinar del Área de energía, calidad y ambiente de la Escuela de Procesos Industriales, detalla que “si sumamos los consumos de todos los artefactos eléctricos que se encuentran enchufados en nuestra casa sin utilizar podrían transformarse en un consumo importante en el tiempo, considerando que estos pueden incluso estar conectados a un tomacorriente sin ser usados más de 18 horas del día”.
Según la Agencia Internacional de Energía este consumo “vampiro” puede representar entre un 5% a un 10% del consumo total de energía de un hogar, por lo tanto, lo importante de este consumo es poder identificarlo y controlarlo.
Para poder realizar esto se pueden tomar algunas medidas para reducir ese consumo invisible de energía:
Otros aspectos para considerar en el uso eficiente de la energía en nuestros hogares, es la eficiencia energética que posee cada artefacto eléctrico que utilizamos en nuestras casas y escoger artefactos con etiqueta de clasificación energética clase A o B las cuales consumen menor energía por el trabajo que realizan.
Evitar utilizar lámparas poco eficientes como las incandescentes y reemplazarlas por lámparas más eficientes como las de tipo Led.
Identificar los artefactos que consumen mayor energía en nuestros hogares, que principalmente son los que transforman la energía eléctrica en calor, como son los hornos eléctricos, hornos microondas, planchas, secadoras de pelo, hervidores de agua, calefacción eléctrica, secadoras de ropa, entre otros.
“Estos generalmente consumen mucha energía, por lo tanto, es importante que estos artefactos sean lo más eficiente energéticamente posible y que su uso sea responsable y eficiente”, menciona Francisco Alvarado.
Es importante tener presente también, que los artefactos eléctricos consumen una potencia eléctrica por unidad de tiempo, por lo tanto, puede haber dispositivos que consumen mucha energía, pero se utilizan en un periodo muy corto de tiempo, sin embargo, otros artefactos que consumen poca energía pueden estar funcionando por tiempos prolongados, consumiendo incluso más energía que el artefacto de mayor potencia al finalizar el día.
Tener un buen sistema de aislamiento térmico en nuestros hogares, nos pueden ayudar de manera significativa a disminuir el uso de la energía para poder calefaccionar nuestros hogares en invierno y para enfriar nuestros hogares en verano, considerando que los sistemas de aire acondicionado y de calefacción son uno de los elementos de mayor consumo energético en nuestros hogares.
Algunas otras recomendaciones son aprovechar la luz solar para iluminar, utilizar termos para el agua caliente y evitar usar varias veces el hervidor, descongelar los alimentos a temperatura ambiente y no utilizando el horno microondas, usar lavadora y lavavajillas con carga completa, y por último cambiar nuestros hábitos en el uso de la energía, para que estos sean para contribuir con la eficiencia energética.