No cabe duda que los espectáculos pirotécnicos son uno de los grandes protagonistas de las fiestas de diciembre. La mayoría de las familias planifican sus celebraciones en torno a estos shows y diversas ciudades alrededor del mundo cuentan con ellos para recibir el inicio de un nuevo año congregando a un gran número de personas y turistas.
Sin embargo, estos espectáculos han estado sujetos a ciertos cuestionamientos. Esto, pues el ruido que provocan los fuegos artificiales puede generar problemas de salud en personas sensibles y afectar el bienestar de las mascotas. A su vez, existen riesgos medioambientales, como la posibilidad de incendios, que irrumpen en los planes de prevención, sobre todo en épocas de calor, como la que vivimos actualmente en Chile.
Por esta razón, muchas comunas de nuestro país tomaron la decisión de no realizar shows pirotécnicos. Otras, en tanto, optaron por darles un nuevo enfoque, promoviendo la realización de espectáculos de bajo impacto, como es el caso de Valdivia, con el fin de atender las necesidades de personas neurodivergentes. En este sentido, Patricio Saavedra, jefe disciplinar de Prevención de Riesgos del Instituto Profesional IACC, revela que en el caso de personas hipersensibles a los ruidos, por ejemplo, los niños que se encuentran dentro del espectro autista, “las fiestas de Navidad y Año Nuevo suelen afectarles de manera especial debido a múltiples factores, entre ellos, el cambio rutinario, los ruidos e incluso las luces y colores propios de estos espectáculos”.