Desde el Ministerio del Trabajo afirman que los rubros de las empresas certificadas y ya encaminadas a esa meta son completamente variados y van desde comercio, aseguradoras, alimentos, cajas de compensación, insumos médicos y biotecnología; hasta telefonía, minería, consultoras, comunicaciones, educación, inmobiliarias, seguridad, marketing, informática, cosmética, diseño, ingeniería y turismo.
El Instituto Profesional IACC es una de las instituciones de educación superior que decidió sumarse a esta medida, reduciendo su jornada a 39,5 horas semanales. “Estamos seguros de que invertir en el salario emocional de nuestra gente se traduce en un incremento exponencial de su compromiso con el propósito de la institución y sus estudiantes”, comenta Luis Felipe Cordero, presidente del directorio.
Añade que en términos de efectividad laboral, lograron aumentar en un 8% su productividad con este cambio, y por eso está convencido de que no se trata de un indicador lineal, sino que más bien está ligado “a la felicidad de pertenecer; es decir, la clave está en generar un cambio de cultura ligada al compromiso y una innovación tecnológica que facilite los procesos de trabajo”.