Aprende habilidades blandas con el voluntariado: Impulsa tu perfil laboral


    Fuente: Universia

    El voluntariado es muy útil y muy valorado por los equipos de RR.HH, siendo una faceta que describe aspectos potentes en un perfil. No deseches la idea de hacerlo.

    Con el paso del tiempo, los voluntariados han evolucionado al mismo ritmo que la sociedad, existiendo nuevos tipos (como el voluntariado digital). Una de sus virtudes es que es capaz de aportar un valor incalculable a nuestra sociedad, pero también a nosotros mismos.

    Voluntariado en el mundo laboral, ¿Cómo se valora?

    No solo ofrece un escaparate, sino que establece vías de crecimiento enormes a niveles personal. Cuando somos trabajadores por cuenta ajena, nos cuesta mucho asumir proyectos o desafíos por miedo a defraudar a nuestros superiores en términos de rendimiento.

    En un voluntariado no existe esa expectativa, sino que toda actitud proactiva es bienvenida. Por tanto, desaparece el miedo al fracaso y aparece el entusiasmo a asumir roles distintos, salir de nuestra área de confort y querer aprender mucho más. De esta manera, obtenemos ciertas capacitaciones a través de la experiencia.

    Un gran beneficio es que decides tú qué quieres hacer y dónde lo quieres hacer, gozando de una autonomía que en un entorno laboral no se da. La consecuencia directa de hacer un voluntariado es obtener experiencia y mejorar las habilidades blandas que dan valor a nuestro perfil profesional; un valor que cobra importancia en un proceso de selección.

    A nivel social, el voluntariado ofrece 2 satisfacciones: la personal y con la sociedad, por ello “todo el mundo gana”.

    Cómo enfocar un voluntariado hacia la empleabilidad

    En primer lugar, es importante seleccionar aquel puesto o voluntariado que más nos interese o cause entusiasmo. No vamos a obtener una remuneración por la realización de un voluntariado, por lo que es aconsejable elegir aquel que nos garantice una formación o una experiencia enriquecedora.

    Por otro lado, es interesante elegir aquel voluntariado que nos permita ahondar en aspectos que estén relacionados con el camino profesional que queremos elegir: desarrollar ciertas habilidades, aprender nuevas materias, cómo se trabaja en el entorno profesional al que aspiro, etc.

    Una vez elegido el voluntariado que queremos hacer, debemos adoptar una actitud proactiva. Podemos elegir la opción de recibir órdenes y ejecutarlas, o, adoptar una actitud proactiva encaminada a, por ejemplo, proposición, sugerencias o liderazgo de equipos.

    Por último, siempre se recomienda que no se pierda el contacto con aquellas personas que  coincidiste en el voluntariado: sean profesionales o sean otros voluntarios.

    Las habilidades blandas que se desarrollan en un voluntariado

    Una de las habilidades blandas que más se aprenden es la de gestión de equipos. A través de un voluntariado podemos no solo aprender, sino mejorar la capacidad de gestionar a un equipo. De este modo, podemos desarrollar nuestras actitudes proactivas y reactivas.

    Otra de las más demandadas por las empresas, es el liderazgo, la cual se puede obtener en un voluntariado. Aquellos que busquen mejorarla, el voluntariado es su sitio porque nos permite adquirir mucha experiencia en gestión y liderazgo de equipos. Esto nos sirve para poder ejercer ese liderazgo en un equipo dentro de una empresa.

    No hay que olvidar la comunicación: qué se hace, por qué y cómo. Implantar un clima de confianza en nuestro equipo es vital para establecer una comunicación fluida y con mucha información. Es una de las habilidades más solicitadas por empresas.

    Sin embargo, el voluntariado no siempre es fácil, y son esas dificultades las que te permiten obtener un crecimiento personal enorme. A veces, se dan situaciones críticas o nos sacan de nuestra zona de confort, debiendo adaptarnos a la situación. Por este motivo, se dice que la resiliencia está presente.

    El hecho de estar con más voluntarios, hace que estemos en contacto con personas con circunstancias completamente distintas a las nuestras. Gracias a ello, podemos desarrollar algo que muchas empresas echan en falta: la empatía. Muchas veces, tenemos que ponernos en el lugar del compañero y ayudarle porque es lo que nos gustaría que nos pasase a nosotros.

    Por último, y no menos importante, está la disciplina y compromiso. Con un voluntariado a nuestras espaldas mandamos un mensaje claro al empleador: somos comprometidos y disciplinados. Estas habilidades blandas son más demandadas de lo que se piensan, siendo 2 valores fundamentales en un perfil profesional.

    Por qué te permite cambiar de empleo y promocionar a otras profesiones

    En numerosas veces, la formación nos limita a la hora de optar por un camino profesional u otro. Al final, solo puedes trabajar de lo que has estudiado o especializado, por lo que tus oportunidades laborales se reducen bastante.

    Si a este hecho le sumamos una formación con escasas salidas laborales, el escenario es más complicado de cara a la empleabilidad. Así que, la acción de voluntariado nos permite adentrarnos en caminos cuyo acceso no es nada fácil, o que poco tienen que ver con la formación obtenida anteriormente.

    Con el voluntariado podemos acceder a otros sectores para aprender cómo funcionan, para adquirir experiencia dentro de ellos y para descubrir si dicho sector era lo que esperábamos o no. El hecho de trabajar con profesionales de dicho sector, permite ampliar nuestros contactos para darnos a conocer.

    Por tanto, podemos cambiar de empleo o de sector de forma más sencilla, que enviando currículums a empresas que operan en sectores del que tenemos 0 experiencia.

    Incluye tu voluntariado en tu currículum y hazlo valer en entrevistas

    Cada vez es más recurrente la práctica de incluir en la entrevista la pregunta del voluntariado por parte de equipos de Recursos Humanos. Suelen preguntar si hemos hecho voluntariado y de que tipo, salvo que lo hayamos especificado en el CV.

    En caso de que no lo hayamos especificado en el CV y creamos que es relevante con la entrevista o el trabajo al que estamos promocionando, debemos hacerlo valer. Antiguamente, un perfil profesional en el que se incluía el voluntariado, transmitía poca valoración a nosotros mismos porque mandaba el mensaje de “no valorar la remuneración”.

    Afortunadamente, ha cambiado la percepción y las empresas valoran muy positivamente que hayamos estado en una acción de voluntariado. Por ello, es importante resaltar qué voluntariado hemos hecho, qué hemos extraído del mismo (habilidades, experiencia, formación, etc) y qué valoración hemos percibido en el voluntariado.

    Hoy en día, la formación ya no ofrece tanta identidad o diferenciación porque existen muchos licenciados, diplomados o graduados. No obstante, el voluntariado nos otorga un valor añadido y diferencial, ¿Por qué? La razón estriba en que mostramos de cara al seleccionador un interés por una materia (sea social, digital, empresarial, etc.) mucho mayor.

    Mostramos una personalidad que va mucho más allá de la importancia de la remuneración o de un estatus.

    Plataformas digitales, el impulso esencial de un voluntariado de calidad

    Anteriormente, no existían este tipo de plataformas que permitieran difundir las ofertas de voluntariado que hay en todo el mundo. Con la aparición de éstas, se ha incrementado el voluntariado. El voluntariado digital u online ha crecido de forma exponencial desde el COVID-19, buscándose voluntarios en comunicación, redes sociales, atención psicológica, etc.

    Por ejemplo, Donation Volunteering es una plataforma digital que nos acerca a voluntariados súper interesantes en el marco deportivo, cultural y social. Según la Universidad Western Connecticut, el voluntariado tiene 4 beneficios:

    –          Conectar con más gente.

    –          Bueno para la mente y el cuerpo.

    –          Mejorar tu carrera.

    –          Satisfacción y diversión.





    5 enero, 2022
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