El español Albert Sangrà, Doctor en Educación de la Universitat Rovira i Virgili (España), experto en aprendizaje virtual (e-learning), en políticas educativas y planificación estratégica de las TIC en educación; es uno de los cinco integrantes de la nueva junta directiva de Instituto Profesional IACC.
“La juventud en el tiempo y en el espíritu de la propuesta educativa de IACC, su impulso decidido por la educación en línea de calidad de como base de una formación profesional del siglo XXI, y la permanente voluntad de avance, con una clara apertura al mundo, fue lo que me motivó a aceptar ser parte de la junta directiva de Instituto Profesional IACC, en la que espero poder aportar una visión internacional, apoyar en la aplicación de modelos de enseñanza y aprendizaje innovadores – pero a su vez rigurosos – y trasladar las contribuciones que provienen de la investigación”, expresó Albert Sangrà.
En cuanto al incremento de la educación online en Sudamérica, el experto en aprendizaje virtual fue enfático en destacar que está creciendo en todo el mundo, que es persistente y que cada vez se va consolidando más. En Chile podemos observar importantes avances en el sistema de educación superior, es así como cada año nuevas instituciones se interesan en impartir programas en la modalidad a distancia, lo que viene a fortalecer y a validar esta forma de enseñanza y aprendizaje.
“Chile es de los países mejor posicionado para poder aprovechar este crecimiento, por el potencial que tiene – a nivel mundial está situado en el número 32 del índice global de competitividad del talento, y es el número 1 en Latinoamérica – y también por el sentido crítico que tiene respecto a la exigencia de calidad. Y en ese aspecto estamos avanzando mucho, ya que muchas instituciones, como es el caso de IACC, lo están asumiendo”, manifestó Albert Sangrà.
Respecto del cómo deben las instituciones de educación superior asumir una educación online de calidad, el Doctor en Educación explicó que “las instituciones deben disponer de una oferta de educación superior con una nueva estructura, más moderna, más flexible y adaptable, ya que la sociedad necesita un incremento de las oportunidades de aprendizaje para tantas personas como sea posible, respetando sus características diferenciales, y basadas en criterios de sostenibilidad y equidad. Además, una capacidad de adaptación tecnológica que se alinee con la innovación; y, por supuesto, el impacto real que se obtiene en la sociedad, especialmente aquella circundante, la que es objeto de la misión de la institución”.
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